Los clientes cada vez más exigentes, menos tolerantes a errores y exigiendo cada vez más un mayor nivel de servicio por parte de las empresas, son la realidad actual. Además, la necesidad de entregas más rápidas, la necesidad de reducir los costes y la presión de reducir los niveles de stock, obligan a las empresas a mejorar sus sistemas logísticos.
Los clientes cada vez más exigentes, menos tolerantes a errores y exigiendo cada vez más un mayor nivel de servicio por parte de las empresas, son la realidad actual. Además, la necesidad de entregas más rápidas, la necesidad de reducir los costes y la presión de reducir los niveles de stock, obligan a las empresas a mejorar sus sistemas logísticos.
Los clientes cada vez más exigentes, menos tolerantes a errores y exigiendo cada vez más un mayor nivel de servicio por parte de las empresas, son la realidad actual. Además, la necesidad de entregas más rápidas, la necesidad de reducir los costes y la presión de reducir los niveles de stock, obligan a las empresas a mejorar sus sistemas logísticos.